viernes, 31 de octubre de 2025

Martha y el Día de Muertos - Esmeralda Villanueva de Ramírez

A los 16 años, Martha tomó la decisión de emigrar de España a México, así que un 29 de octubre de un año cualquiera ella se encontraba sentada en la sala de espera del aeropuerto, cuando la pantalla indicó que tenia que embarcar hacia su nuevo destino de vida.

En el vuelo tuvo muchas reflexiones. La discriminación que había tenido que enfrentar, fue la razón por la cual emigró. Luego de ocho horas de vuelo, el piloto dijo por el micrófono que pronto aterrizarían en la Ciudad de México. Al llegar, en la sala de inmigración Martha se sorprendió al ver calaveras, esqueletos y decoraciones llamativas, donde predominaban el negro y el naranja. No entendía que existiera un culto tan evidente a la muerte o a la brujería. El miedo aceleró su corazón y un escalofrío recorrió sus piernas y brazos, poniéndole la piel chinita.

Al salir del aeropuerto, una familia mexicana la recibió con mucho cariño, ya que conocían a sus padres. Ellos le aseguraron que su estadía iba a ser muy agradable.

Cuando llegaron a la casa de sus benefactores Martha nuevamente se asombró al ver que había un altar con fotos, veladoras, calaveras, comida y flores anaranjadas. No dijo nada, no quería cuestionarlos y que la excluyeran. Si eso ocurría, volvería a sufrir la discriminación de la cuál huyó. Para Martha, la muerte era un tema tabú, ella la relacionaba con la inquisición que hubo en España por motivos religiosos en tiempos remotos.

Al día siguiente salió a pasear. La decoración en las calles era prácticamente la misma. Para ella era dantesco celebrar la muerte de una manera tan morbosa y hasta peligrosa. No entendía por qué los mexicanos la abrazaban con aparente alegría. Al regresar del paseo, llenándose de valor, preguntó a la hija adolescente de sus anfitriones acerca de ese culto a la muerte. La chica se rió y comenzó una conversación entre las dos recientes amigas acerca de lo que significa la celebración del Día de los muertos, el 2 de noviembre, fiesta bien alejada de Halloween, el famoso Dia de la Brujas.

Martha cambió su percepción al escuchar el fervor de su amiga acerca de lo que significaba el Dia de Muertos. Comprendió que era una forma de mantener viva la memoria de los que se fueron. Le quedó claro que es una manera de entender que la muerte no existe mientras los seres queridos y hasta las mascotas estén presentes en los corazones.

Ahora Martha, ya adulta, prepara el altar y celebra el Dia de Muertos con la fiel convicción de que solo muere aquel que es olvidado. La muerte no es el final sino un nuevo comienzo.


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