Abuelita Chelito - Tutis, Alebrije Infinito

Mi abuelita ve televisión
en la gran cocina, tan atenta
que a los guisos no presta atención
ni porque la observa doña Osamenta.

La huesuda muy astuta
ya sus planes tenía:
llevarse a quien lleve la batuta
antes del mediodía.

La muerte se acerca,
quiere poner manos a la obra
le dicen: “siéntate aquí,
y ve la telenovela.”

La catrina asombrada
por la calidez de la abuelita
decide darle una mirada
a lo que la mantiene quietecita.

Ahora son dos frente al televisor
están cada vez más emocionadas
y platican qué pasará con el señor
y las lindas chicas desdichadas.

Se acabó la novela de las cinco,
la Dama de Negro se quedó intrigada.
Le dicen: “ahora sigue la de las seis,
es de una muchacha enamorada”.

La muerte no tiene tiempo
de seguir viendo novelas,
así es como deja a Chelito
para próximas secuelas,

pues quiere saber qué pasa
a las siete en el programa.
Siguen y siguen en la pantalla
¿qué esto no se acaba?

En ocasiones la visita
como gran amiga la Huesuda
ya tiene hasta su taza
en la mesa la muy testaruda.

Ahora son grandes amigas
sufriendo con las protagonistas
en las intrigas conocidas,
pues ya son especialistas.