Recordar es morir.
Ya desfallecen los brazos
ya esculpe la noche su horrendo abismo
ya el mar retoma sus límites
y el aire pulsa como un animal
dentro de los cuerpos.
Una tormenta eficaz
intensa como una hoguera de luz
de gritos y reverberaciones
de espanto líquido.
Ya veo tu rostro enmudecido
ya presiento tu silencio
soy una fuga en la noche
soy un espía.
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