sábado, 30 de octubre de 2010

Espejo - Alexandro Roque

Después de haber hecho el amor toda la noche nos bañamos. Después, aún desnudos, mientras yo me afeitaba ella se paró a mi lado frente al espejo y se dejó caer el cabello sobre el rostro. "¿A poco no parezco la niña de El aro?", dijo. Y desapareció.

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