Abel Esquivel (1926-2023), por Óscar Esquivel

ABEL ESQUIVEL AVALOS, EL CAMINANTE.
Plano Informativo
15 sep 2023

Puedo escribir los versos más tristes esta noche, poema de Neruda donde extiende el dolor por la pérdida de su amada, “mi alma no esta contenta por haberla perdido”.

En esta semana el mundo perdió un color, cuando un artista un letrado, un hombre se va, el universo deja ir un tono de luz pintado en el cielo elegido entre millones. Abel Esquivel Avalos, culmino su vida como lo fue en sus 97 años, con dignidad, gallardía y con la sonrisa en los labios que le caracterizaba, un apretón de manos, mirando de frente, incluso con sus detractores.

Los ojos eran para Abel, la entrada a conocer el alma con quienes tenía contacto, “extender la mano, mirando a los ojos, sentirás si están contigo, te aman, odian o eres indiferente”.

El niño aquel de seis años, que un día con su voz privilegiada, le cantó el himno nacional a Saturnino Cedillo. Ha un llamado de su maestra a la dirección de la escuela, pensando en ser castigado, Abelito aclaro su garganta y cantó de manera maravillosa, desde entonces el único barítono del coro de su iglesia, la tertulia, las serenatas, el canto y la música lo hicieron suyo.

Con el correr del tiempo la maquina de escribir lo atrapó, no solo para teclear y estampar el tipo del metal en una hoja, si no para convertirse en un periodista, no estrafalario, ni comprometido con el poder público, eso le valió a muy temprana edad ser director de redacción del periódico El Heraldo de San Luis, no el único, pero de muy contados colegas, dominaban el idioma inglés, quien tradujo la noticia del estallido de la bomba atómica de Hiroshima, proveniente telex del New York Times.

Quien conocía al periodista Esquivel, sabían que tenían ante sí, un rival digno, que con el tiempo en un soneto los describiría así. A muchos, hoy jóvenes en las letras y el periodismo podría servirle a su preparación.

Valores Falsos
Yo no quiero engañar a los lectores
haciéndoles creer que soy poeta,
lo que hago son algunas tretas
de muchos que se dicen escritores.

Por eso tengo mil opositores
que con justa razón tuercen la jeta.
Se trata de escritores de probeta,
vulgares y medíocres impostores.

...y abundan literatos de maceta
que se creen, además de superiores,
los amos y señores de las letras.

Si se ofendieron, es que las verdades 

valen más que mil premios y galardones.

De periodista a abogado, con 5 hijos y uno por llegar, concluye la carrera de abogacía, con cierta especialidad en derecho agrario, mentor de miles de futuros abogados, que, en el andar de la jurisprudencia y el conocimiento de la historia potosina, propuso ante el más alto órgano universitario, que la Facultad de Derecho llevara el nombre de Ponciano Arriaga Leíja, potosino, liberal, juarista, y sobre todo humanista “Se proclaman las ideas y se olvida las cosas”

El Quijote potosino, a él no gustaba la comparación del personaje de creado por Miguel de Cervantes, bien coregia “soy un caminante de mis calles” “cuando viajaba “Si me ausento siempre estoy pensando en ti, como un amante fiel y enamorado ¡que suerte nacer en San Luis Potosí!, todos los caminos nos llevan a San Luis, el Valle de las tunas y el nopal, rodeado de montañas colosales, donde solo el que no quiere no es feliz.

Quién no recuerda los pasos gallardos de Don Abel, orgulloso de si, un día en el Restaurante de la Parroquia de la mesa 8, otro día en el bar el Pinin, o el club Ezgodi de antaño, la bohemia la llevaba en él, quienes disfrutaron su canto seguramente recordaran la inigualable voz. Ahora creo, que mi madre fue siempre su inspiración, aun en las tardes grises, era un hombre al fin.

Bajo el brazo llevaba su mejor tesoro, las letras de su periódico Cafetemas, 30 años circulando, decenas de colaboradores, miles de entusiastas lectores, mes a mes eran temas de conversación los contenidos que ahí se plasmaban, algunos de crítica mal sana, rayando en la envidia, le decían periodiodiquito, el mismo, que trascendió fronteras y le daba oportunidad a todo aquel que deseaba expresar su interés por el medio ambiente, la cultura, el arte, las costumbres, olvidándose del lucro, todo era para expresar libremente las ideas de los hombre y mujeres, habidos de hacer sentir sus puntos de vista ante una sociedad vacía. 30 años, 700 mil de ejemplares y un Quijote soñador entregando de mano en mano el periódico cultural de Cafetemas, intetelectum perfecit cafeto.

Abel Esquivel, te fuiste un día 8 de septiembre, aún tu olor se siente en casa, la música suave de Handel se escucha a lo lejos, gran legado haz dejado, no llegaste a dar el grito de independencia con 32 años de tradición, con solemnidad y alegría, al final nunca olvidabas a Mariano Jiménez, el potosino insurgente, amabas tanto a tú México, que cada pared, además de la obra de Carmen Esquivel, llenabas los libreros de publicaciones, obras enteras de historia y arte, y desde luego de derecho; ahí quedó la moderna computadora donde guardas de manera inédita, sonetos, poesías, ensayos.

El San Luis de ayer y de hoy te añorará, esperamos que la herencia de tu sabiduría la sepan apreciar las generaciones futuras.
Hasta siempre Alitas, y porque siempre hablen tus versos.

Que hablen mis versos

Por mis versos hablará mi espíritu
y por mis obras me habrán de conocer
y sabrán por mis temas oníricos
que nunca he tenido otra forma de ser.

Yo así soy y a pesar de mis críticos
del mundo y su mundo no quiero saber.
Que mis versos hablen con palabra fiel
cuando en este mundo vivo ya no esté.