domingo, 1 de noviembre de 2009

Lunes 8:19 p.m. - Norberto de la Torre

Te puedo decir una calavera de azúcar en noviembre y un cuaderno, cuatro o cinco monedas relucientes, una vieja pluma ya sin tinta, la risa de un niño, unas campanas, ruido de motores. Así es una tarde en este pueblo donde la historia se convierte en arena y el desierto reposa a la vuelta de la esquina. En este pueblo erizo en donde lo único real son las espinas.

El Juego de la Oca
(Joan Boldó y Climent, 1992)

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